26 de marzo de 1827
Tal día como hoy de 1827, la música perdió a Ludwig van Beethoven, un talento único que revolucionó las partituras, reestructuró las orquestas, glorificó la hegemonía de la música y puso firmes a las clases bien alimentadas que lo rodeaban. Y todo eso lo consiguió, con una paulatina sordera que fue minando su audición hasta dejarlo totalmente sordo. ¿Se podrá tener mayor afán de superación, ante una adversidad divina tan cruel?
