¡Ojú! Qué embeleso…
¡Ojú! Qué embeleso estar escribiendo con un día triste y lluvioso, mientras suena el segundo movimiento de La Primavera del maestro Vivaldi. No se puede gozar más en la intimidad de la creación de un libro.
¡Ojú! Qué embeleso estar escribiendo con un día triste y lluvioso, mientras suena el segundo movimiento de La Primavera del maestro Vivaldi. No se puede gozar más en la intimidad de la creación de un libro.