LOS TURISTAS ANTE LA GRAN DAMA
Por mucho que se empeñe el cinismo político que habita en Cataluña, lo cierto es que uno de los inmuebles más visitados por los turistas que pasan por Barcelona, es nuestra Gran Dama. Es muy difícil pasar por delante de su emplazamiento y no encontrar un objetivo dispuesto a inmortalidad su gran belleza. Lo siento mucho por los diplomáticos y por sus prodigiosas tesis bucólicas, que para cualquier ciudadano sensato no son más que bagatelas que se proyectan para beneficio y usura, de sus intereses más impúdicos.
Está claro que la atroz manipulación que ejercen sobre las mentes más débiles y la campaña de desprestigio urdida contra la tauromaquia por intereses políticos y económicos, no ha sido capaz de ahuyentar a los viajeros, de la sensación que supone visitar un santuario hechizado por recuerdos y nostalgias, triunfos y fracasos, y como no, vida y muerte.
Es curioso que ese entorno de entelequia de la vida que desprende una corrida de toros, sugestione de modo fascinante a los visitantes extranjeros, y sin embargo los gobernantes del país donde nació la tauromaquia, mucho antes de que ellos y sus siglas existieran, muestren una falta de respeto por algo que ellos nunca pondrían en juego de modo consciente, su propia vida.
José Luis Cantos Torres.